30 abr 2009

Los Bailarines Reivindican que la Danza sea una Asignatura Escolar

La Associació de Professionals de la Dansa de Catalunya (APdC), aprovechó ayer la celebración del Día Internacional de la Danza para reclamar la presencia de la misma en las aulas como asignatura curricular. Tras conseguir el su reconocimiento en el terreno sindical y en el cultural la APdC aspira a que la danza cuente también en el terreno educativo. «La danza no fomenta la competitividad porque cada persona se mueve de forma única, facilita la integración social porque su lenguaje es universal y fomenta la autoestima», señaló el coreógrafo Toni Mira.

La APdC ya ha tenido una primera reunión con el Departamento de Educación para establecer el camino a seguir, que será largo, para el reconocimiento del valor educativo no solo de la danza sino de todas las artes. La danza, como la música y el teatro, están desventaja respecto al resto de asignaturas al no formar parte del currículo académico, como la educación física o las matemáticas. «El valor implícito del arte no tiene nada de secundario, es una herramienta para transmitir valores y conocimientos desde otra perspectiva», dijo Tracy Sirés, gerente de la asociación, en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), donde ayer tuvo lugar uno de los principales actos organizados por la APdC.

Se trató de una invitación al baile a la que se sumó más de un centenar de personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos. Todos, felices y relajados, ejecutaron los sencillos movimentos de Fuero(n), una pieza de Germana Civera, basada en la deconstrucción de La Bayadere, puestos en fila, imitando a los profesionales Xavi Dorca y Jordi Cortés.

EXPERIENCIA INTEGRADORA

Con esta iniciativa demostraron que la danza está abierta a todos, incluso a personas con discapacidad, como Adolfo Colmenares, ex bailarín con un 7% de visión, que bailó cogido de las manos de quien tenía delante. Muchos se emocionaron al ver esa comunión de almas interpretando la hipnótica obra mientras sonaba la música.

Bailar es sano, ayuda al cuerpo y a la mente. Lo recordó ayer la coreógrafa Montse Colomé en el manifiesto que leyó al acabar un simbólico acto. Su discurso, que animaba a «escuchar el cuerpo» y olvidarse de «la cultura de sofá» y «del mando a distancia» tenía puntos de contacto con el que el aclamado Akram Khan, lanzó en el día de la danza.

El Mercat de les Flors se sumó a la fiesta abriendo sus puertas a 480 alumnos de 19 institutos de secundaria que bailaron una coreografía creada por ellos inspirada en La suite de los espejos, de Federico García Lorca. Estas actividades son una prueba del impulso que puede dar la danza contemporánea aunque sea en horario escolar. «Me ha permitido aprender cosas de mis compañeros», afirmó Kaidu, catalán de origen senegalés, de 13 años, del IES Jacint Verdaguer. «Repetiremos. La danza fomenta la unión del grupo, la espontaneidad y la disciplina», destacó su profesora.
Fuente: elperiodico.com Marta Cervera

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